
ROBOGENIUS
Nace después de viajar por más de 5 países representando a México en concursos de Ciencia y Tecnología, Víctor Mayen tuvo la intención de que más niños y jóvenes mexicanos pudieran experimentar un viaje al extranjero para representar a su país. Así fue cómo inició a dar clases de manera desinteresada a niños con la finalidad de asistir a competencias internacionales.

Hoy se cuentan con: cincuenta y seis MakerLabs en el Estado de México, Hidalgo, Querétaro, Ciudad de México y Puebla; más de 15 cursos disponibles, más de 40,000 alumnos matriculados, más de 15 premios internacionales y más de 20 viajes internacionales.
NUESTRA VISIÓN
Imaginar un mundo donde cada niño, sin importar su origen, tenga el poder de transformar su realidad a través de la tecnología, la creatividad y la empatía.
Nos visualizamos como la fuerza que impulsa una nueva generación de innovadores, creadores y líderes capaces de construir un futuro más justo, inteligente y humano.
Un niño a la vez. Una comunidad a la vez. Un mundo entero que cambia, gracias al conocimiento.
NUESTRA
MISIÓN
Despertar el genio interior de cada estudiante, creando experiencias de aprendizaje memorables, inclusivas y profundamente humanas que combinan ciencia, arte, tecnología y propósito.
A través de laboratorios vivos, proyectos con impacto real y una red de educadores apasionados, preparamos a las niñas, niños y jóvenes para imaginar, construir y liderar el mundo que soñamos.
Inclusión que transforma:
Creemos en el talento de todas y todos. Aprender es un derecho, no un privilegio. Por eso abrimos puertas, tendemos puentes y abrazamos la diversidad. Aquí caben todas las mentes, todos los sueños, todas las voces.
Pasión por el futuro:
Nos emociona el cambio y nos reta la incertidumbre. Soñamos en grande y diseñamos hoy lo que mañana será esencial.
Somos una comunidad de visionarios que transforma el miedo en posibilidad.
NUESTROS
VALORES
Tecnología con propósito humano:
Cada código, cada robot, cada innovación tiene sentido cuando mejora la vida de alguien.
La tecnología solo vale si sirve para educar, conectar, empatizar y cuidar.
Curiosidad sin fronteras:
Nos mueve la pregunta, la búsqueda, el asombro. Investigamos, experimentamos y fallamos con entusiasmo.
Porque cada descubrimiento, por pequeño que sea, es una chispa que enciende al genio interior.
Plenitud en el servicio:
El verdadero éxito no se mide en logros individuales, sino en el impacto que dejamos en los demás.
Cuando enseñamos, acompañamos y servimos con amor, alcanzamos nuestra mejor versión.
Educación que inspira acción:
No enseñamos para repetir fórmulas, sino para liberar potencial. Formamos líderes que crean soluciones, no excusas. Educamos para que el conocimiento cambie realidades.